Apasionado por la tradición y el saber hacer de antaño, Rodrigo Méndez ha dedicado años a estudiar y perfeccionar las técnicas clásicas de vinificación. Gracias a ello, se ha convertido en una de las figuras más respetadas del mundo del vino en Galicia, con un conocimiento profundo del viñedo y su entorno.

Su bodega, ubicada en Meaño (Pontevedra), se levanta sobre las raízes de su historia familiar. Desde allí ha desarrollado varios proyectos en colaboración con enólogos de gran prestigio, como el reconocido Raúl Pérez.

El proyecto que lleva su nombre, sin embargo, es el más íntimo y personal: una pequeña bodega nacida del cuidado, la paciencia y la búsqueda de autenticidad.

Cono uvas de sus viñedos de Albariño —algunos con más de un siglo de vida, plantados por su bisabuelo—, elabora dos vinos singulares que evocan las islas gallegas: Cíes y Sálvora. Desde su primera cosecha, ambos han conquistado a la crítica por su carácter y elegancia.